Una de las pruebas que tuvimos en esta asignatura fue la práctica de campo, en la que hicimos una especie de búsqueda del tesoro por la Huerta Norte de Valencia. En esta prueba aprendí algo muy importante, esto es que la arquitectura la podemos prácticamente en cualquier sitio, nosotros en nuestro día a día pasamos de largo de ella, pero ella sigue ahí, solo hay que verla y darse cuenta de que realmente está ahí.
Cada lugar, cada pequeña zona, incluso en una misma ciudad podemos encontrar arquitectura que refleja distintas culturas, situaciones y tiempos. Como crecemos en ellos, no los vemos, no le damos importancia, pero sigue ahí y darte cuenta realmente de que está ahí y poder leerlo es algo muy bonito y que te da una nueva perspectiva sobre el mundo en el que vives, ser capaz de valorar elementos que antes parecían insignificantes.
Con esta experiencia en mente y con la curiosidad que me llena, viajar ha obtenido un nuevo sentido y visitar sitios que ya conocía. Si antes ya me gustaba viajar, ahora ya me desbordan las ganas de visitar nuevos lugares.
